La sostenibilidad también se puede vestir

La extracción y consumo de combustibles fósiles son los causantes de gran parte de los problemas medioambientales actuales, la gente asocia las fábricas y los vehículos con las emisiones de gases de efecto invernadero y con el cambio climático, pero no lo hacen con sus prendas de ropa, ni se tiene en cuenta como la forma en que la ropa es confeccionada produce  una carga significativa sobre el medio ambiente, especialmente la ropa y tejidos producidos en los países emergentes donde cuentan con una legislación de protección medioambiental más bien escasa o nula.

Foto: Tomas Fano / Flickr

Es por ello que la Unión Europea ha co-financiado recientemente con 3.13M€ el proyecto Bioagrotex, un consorcio internacional de 10 empresas y 7 centros de investigación de 7 países europeos diferentes, que ha involucrado además a 400 expertos en el tema para intentar sustituir las materias primas utilizadas en los productos textiles habituales que están basadas en el petróleo por otras alternativas más medioambientalmente sostenibles.

El proyecto desarrolla tejidos sostenibles basados en la combinación de fibras naturales con biopolímeros y resinas. Las fibras naturales se obtienen de la agricultura ecológica y de derivados del lino, la ortiga, el cáñamo y el yute. Se ha descubierto que las propiedades mecánicas de las fibras se pueden mejorar con una bioresina  furano a la que posteriormente se le añade un biopolímero que asegura la maleabilidad del tejido.

Los científicos de Bioagrotex han medido la biodegradabilidad de las fibras verdes observando cómo se degradan después de enterrarlas en el suelo y también han investigado la respuesta de estas fibras a los rayos ultravioleta con resultados en ambos casos más que satisfactorios. Estos alentadores resultados justifican un esfuerzo adicional para llegar a la etapa de fabricación que será el momento en el que la ropa sostenible entre en el mercado y ayude a tener un futuro con una economía más sostenible.