¿Por qué es tan necesaria la tercera revolución industrial?

La tercera revolución industrial es una idea originada por el economista y sociólogo americano Jeremy Rifkin, desarrollada en su libro «La Tercera Revolución Industrial» y avalada por una Declaración del Parlamento Europeo en la que solicita a las insituciones y Gobiernos europeos que establezcan una economía verde basada en las energías renovables y el desarrollo de una tercera revolución industrial en Europa.

La primera revolución industrial fue provocada por la introducción en la segunda mitad del siglo XVIII en Gran Bretaña de la máquina de vapor, que revolucionó la economía hasta ese momento basada en la agricultura y el comercio. Más adelante, en la primera década del siglo XX, la comunicación eléctrica y el motor de combustión interna, dieron lugar a la segunda revolución industrial basando la economía y el crecimiento en los combustibles fósiles, principalmente los derivados del petróleo. Esta segunda revolución industrial nos ha dejado un mundo más globalizado y suficientemente interconectado como para que la Tercera Revolución Industrial basada en las energías renovables e Internet pueda triunfar plenamente en el siglo XXI.

3743360731_8b764153d5

Chimenea de una antigua fábrica textil, instalaciones reconvertidas actualmente en Universidad. Foto: Albert de la Hoz (Flickr) (CC BY-ND 2.0)

La industria textil, exponente de la segunda revolución industrial, es hoy en día una industria puramente testimonial en la mayoría de los países desarrollados. La tercera revolución industrial ayudará a desarrollar una economía más sostenible que generará innumerables beneficios a la sociedad actual, tales como creación de nuevos puestos de trabajo (a día de hoy inexistentes) que gestionarán las nuevas tecnologías energéticas, así como también nos ayudará a reducir el nivel de contaminación mundial, al utilizar mayoritariamente fuentes de energía sostenibles y no combustibles fósiles. La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y la desaceleración del calentamiento global serán otros de los beneficios de esta nueva industrialización.

La profundización en la tercera industrialización mediante el uso masivo de energías renovables, pilas de hidrogeno y tecnologías de comunicación mediante Internet redundará en la mejora de la calidad de vida de las personas y en un aumento generalizado de la riqueza global, ahora mismo concentrada en un grupo limitado de países, personas y empresas, debido a la universalidad y accesibilidad de los recursos sobre los que está basada esta revolución, las fuentes de energía renovables e Internet.

La posibilidad de universalizar la generación de energía mediante el uso de las energías sostenibles y el amplio uso de Internet como herramienta de comunicación y contacto entre personas, empresas, mercados e instituciones puede generar sin duda nuevos negocios y productos tal y como ocurrió en los siglos anteriores con el uso masivo de los automoviles y la creación de máquinas eléctricas para la realización de multitud de tareas hasta entonces manuales (por ejemplo lavadoras, secadoras, etc.) tanto a nivel doméstico como industrial.

Los beneficios de esta nueva revolución industrial van desde una disminución de los costes de la energía hasta un aseguramiento del suministro energético que a día de hoy no existe, y del que se podrían beneficiar tanto particulares como empresas, ya que la dependencia del carbón y petroleo llega ahora mismo hasta el 80% de la energía total consumida, en un país como España.

Las consecuencias del profundizamiento en la Tercera Revolución Industrial son positivas para la amplia mayoría de la sociedad, que sin dudad se beneficiará de su desarrollo, solo algunas empresas o particulares que actualmente controlan los mercados energéticos o de las comunicaciones verían amenazado su dominio del sector debido a la universalidad de esta revolución industrial, y casualmente estos poderes fácticos suelen estar asociados al poder político, por lo que la inercia de despegue de esta revolución será si cabe más lenta que en las anteriores ocasiones, aunque sin duda llegará a imponerse por multitud de motivos, desde los puramente económicos, pasando por los medioambientales o por la facilidad de acceso a esta revolución por parte de todo el mundo.

Según tu opinión, se impondrá la Tercera Revolución Industrial durante la primera mitad del siglo XXI o tendremos que esperar hasta el final del siglo?