¿Por qué comprar un coche eléctrico?

La utilización masiva de coches eléctricos supondría ganancias para unos (compañías eléctricas) y ahorros considerables para otros (consumidores). La promoción y venta de coches eléctricos supondría también un cambio en el patrón de contaminación atmosférica y acústica de nuestras ciudades, pues su utilización haría disminuir considerablemente los niveles de contaminación.

Coche eléctrico cargándose en una calle de París. Foto: Francisco J. González (Flickr)

Para las compañías eléctricas el uso de coches eléctricos haría aumentar el consumo global de electricidad y con ello su facturación. Además, si se desarrolla el real decreto sobre el autoconsumo eléctrico, supondría que cualquier persona puede generar desde su casa la energía necesaria para su vehículo, solamente con unos paneles solares y unas baterías.

Las economías de los países consumidores de combustibles fósiles y carentes de yacimientos reducirían sustancialmente su déficit comercial al no tener una dependencia tan grande de las importaciones de crudo y del precio del petroleo. Esto haría que se avanzara en el camino hacia una economía más sostenible.

Los usuarios reducirían tremendamente su gasto en desplazamientos. El consumo de combustible de un coche con motor diésel (turismo 4p 1.500cc) combinando al 50% recorridos urbanos y por carretera es de aproximadamente 6l/100km lo que supone 8.6 €/100km. El mismo coche equipado con un motor eléctrico tendría un consumo de aproximadamente 14kWh y si suponemos que recargamos el coche con la tarifa eléctrica domestica de nuestra casa (incluso teniendo en cuenta que ha subido un 50% en los últimos tres años)  resultaría 2.8 €/100km. La diferencia es abismal, llenar el depósito con gasoil es 3 veces más caro que con electricidad.

Lo único necesario para que los coches eléctricos sean una realidad es que exista voluntad política como ya ha hecho por ejemplo la ciudad de París con el proyecto Autolib. Esto se consigue impulsando y promocionando su crecimiento con ayudas iniciales hasta alcanzar una economía de mercado donde la fabricación de un coche eléctrico cueste lo mismo que la de los actuales coches con motores de combustión.

Por supuesto las compañías petrolíferas y los actuales fabricantes de motores de combustión no estarán de acuerdo con estas afirmaciones y harán todo lo posible para que el coche eléctrico no despegue, pero cuando algo es mejor siempre acaba imponiéndose….