El Gobierno tiene previsto sentenciar el Autoconsumo. Lo va a conseguir aprobando el peaje de respaldo que provocará que consumir la electricidad que uno mismo genera sea más caro que comprar energía a las grandes compañías eléctricas. Es un sin-sentido más en política energética. El pasado 20 de septiembre de 2013 el Consejo de Ministros aprobó la tramitación del Anteproyecto de la Nueva Ley del Sector Eléctrico, que coincide totalmente con el Segundo Borrador sobre Autoconsumo y Balance Neto ya comentado en este blog. El segundo borrador de autoconsumo ha sido aprobado con el informe contrario y desfavorable de la CNE (Comisión Nacional de la Energía), CNC (Comisión Nacional de la Competencia), Bruselas, algunas comunidades autónomas y todo el sector de las energías renovables. Con esta nueva regulación se introduce el concepto del «Peaje de Respaldo», un impuesto que deberán pagar los autoproductores de energía solar por consumir su propia energía.
Este peaje de respaldo es un 27% superior al impuesto que se paga por consumir energía de la red, por lo que se desincetiva y resulta más caro consumir energía autoproducida que consumir energía de la red. Algo que resulta completamente incomprensible que ocurra en el siglo XXI. Este peaje de respaldo ha sido también motivo de crítica internacional. Numerosos medios de comunicación de otros países se han hecho eco de esta barbaridad y lo han publicado en sus periódicos, como la cadena americana de noticias Bloomberg («España penaliza a los autoproductores de energía«), la revista norteamericana Forbes («Agotadas las ideas, España pone un impuesto al Sol«) o el periódico finlandés Helsingin Sanomat («Debido al exceso de deuda, en España le pone un impuesto al Sol«). Es algo que no existe en ninguna parte del mundo, a pesar de que el autoconsumo con balance neto está regulado en infinidad de países.
El Ministerio de Industria justifica la introducción del peaje de respaldo mediante la necesidad que «tendrían» las compañías eléctricas de disponer de una capacidad eléctrica de soporte en caso de que un usuario decida no utilizar la energía que autoproduce. Bien, pues este es un argumento falso. Si un gran número de usuarios generan su propia energía, y por tanto el consumo general disminuye, las compañías eléctricas NO tienen que garantizar un consumo que a sus ojos no existe. La misma situación se produciría si los consumidores decidieran consumir menos energía y las compañías eléctricas pusieran un impuesto a la electricidad no consumida porque estas compañías «tendrían» que disponer de un respaldo de energía en caso de que la gente quiera empezar a consumir. Esto no tiene ninguna lógica y no ocurre en ningún otro país ni en ningún otro sector.De hecho en otros sectores económicos de primera necesidad como alimentación, banca, transporte, etc., los consumidores SOLO pagan por aquello que consumen y utilizan. Si un consumidor no utiliza la red eléctrica para nada (como en el autoconsumo instántaneo) no tiene por qué pagar nada a las compañías eléctricas. Esto es lo razonable.
Incluso la CNE solicita que el peaje de respaldo sea eliminado por ser discriminatorio y por hacer inviables los proyectos debido a la incertidumbre que se genera. Es injusto que el peaje de respaldo se aplique a la energía autoconsumida instantáneamente, sin utilizar ninguna infraestructura eléctrica, denuncia la CNE. También las Comunidades Autónomas de Extremadura y Murcia han anunciado que van a recurrir al Tribunal Constitucional la reforma energética que grava tan desproporcionadamente el autoconsumo de energía. La CNC considera en su informe no vinculante que el peaje de respaldo, es discriminatorio y arbitrario.
La Comisión Europea ha criticado también este borrador y futura ley por hacer inviable el autoconsumo. Contrariamente a lo que se legisla en España , las directivas y políticas energéticas de la Unión Europea van encaminadas a favorecer el autoconsumo como una manera de reducir la dependencia energética y reducir los altos costes energéticos.
España tiene como objetivos marcados dentro de sus compromisos con la Unión Europea de conseguir que en 2020 el porcentaje de energía que se produce mediante renovables sea del 20%.
Sin embargo, todas aquellas medidas que no incentiven y faciliten que los ciudadanos y las empresas apuesten e inviertan en instalar sistemas de generación de energía de manera limpia, nos alejan de ese objetivo.
Un país que disfruta de tantas horas de sol como España, que puede aprovechar las capacidades del mar para generar energía y donde además la eólica puede ofrecer grandes resultados, debería imponerse la obligación de aprovecharlo.
Finalmente los gobiernos protegen los intereses de las grandes empresas generadoras, trabando el desarrollo de las energías renovables.
Si pensamos que para el 2020 necesitamos contar con el 20% de la matriz renovable…….creo que faltan incentivos.