Ya conocemos las ventajas de la biomasa como fuente de obtención de energía. Su utilización puede servirnos para ahorrar mucho en nuestra factura anual, para contribuir a la sostenibilidad del planeta e incluso para prevenir incendios, pero para tomar la decisión de instalar una caldera de biomasa en nuestra casa debemos tener en cuenta otros aspectos. Hoy queremos hablaros del funcionamiento de una caldera para que entendáis cómo estos aparatos aprovechan las ventajas de este combustible:
Lo primero que debéis saber es que una caldera de biomasa necesita un silo para el almacenaje del combustible, y que debe situarse en un lugar próximo a la caldera para que el tornillo sinfín pueda recoger el combustible y llevarlo a la caldera. Es muy importante que sepamos dónde vamos a situar el silo de almacenamiento antes de proceder a la instalación.
El funcionamiento de una caldera de biomasa no es muy diferente al de una caldera de gas. El aparato posee un quemador de combustible que quema el material y genera una llama horizontal. Esta combustión genera calor que se transmite al circuito de agua del intercambiador de calor de la caldera calentando el agua que se utiliza para calefacción de radiadores o suelo radiante y para agua caliente sanitaria (ACS).
Las calderas de biomasa se encienden automáticamente cuando detectan una temperatura programada y así aumentan su eficiencia. Primero cargan una pequeña cantidad de pellets que el tornillo sinfín lleva hasta el cenicero y prende. Cuando el sensor detecta fuego se arranca la ventilación y empieza el quemado masivo de combustible. El consumo dependerá de las necesidades de nuestra vivienda o de la superficie que queremos calentar. Podemos realizar el control del aparato desde el panel central que puede ser digital o analógico. El objetivo es adaptar el funcionamiento de la caldera a nuestra propia casa, por lo que es importante dedicar un tiempo a ajustar los parámetros. En este vídeo explicamos el funcionamiento de un panel digital de una caldera de biomasa:
Afortunadamente, el mantenimiento de las calderas de biomasa es mínimo y solo habrá que aspirar las cenizas del quemador cada dos o tres días y vaciar el cajetín con las cenizas. Esto es una ventaja más que se une al precio del combustible y a la reducción de las emisiones.
El pellet se suministra de forma fácil en sacos de 10 o 15 kilos o por toneladas, según las necesidades de la instalación. Para uso doméstico el consumo de combustible no es muy elevado, aunque dependerá de condiciones como la temperatura o el rendimiento de la caldera.
Podemos apagar fácilmente la caldera desde el panel de control o programar su apagado si no estamos en casa. Es muy importante no desenchufar el aparato hasta que haya terminado de funcionar para evitar problemas técnicos.
Muy útil la información, muchas gracias!
Nosotros somos distribuidores de una de las marcas más importantes de calderas de biomasa. Edilkamin. Pues bien nuestra experiencia es que los españoles todavía no estamos familiarizados con los temas de renovables, sostenibilidad etc. La mayoría de los que compran nuestras calderas es por ahorro de dinero no por estos temas. Cuando sube el petroleo aumentan nuestras ventas y cuando bajan…. pues lo pasamos mal…..
Que bueno que cada vez más la biomasa sea usada como una excelente alternativa energética, tanto en los hogares como la industria. Es un progreso enorme para la economía y el medio ambiente.
Un saludo,