Las ventajas de la bicicleta eléctrica (e-bike) son innegables, entre ellas destaca que no expulsa CO2. Su uso masivo supondría un alivio para las contaminadas ciudades de hoy en día, así como una notable disminución del nivel de ruido generado por el tráfico. Teniendo en cuenta que la mayoría de los trayectos dentro de las ciudades son cortos y que el aparcamiento es un problema, el uso de las e-bikes como medio de transporte resulta atractivo por su versatilidad, comodidad y también por su economía.
Desde este punto de vista de la inversión a realizar es similar a la de un ciclomotor, pero durante el mantenimiento y sobre todo el consumo se produce un ahorro que puede llegar hasta el 85% de total consumido respecto a un vehículo convencional según la fundación Gas Natural-Fenosa. Otro dato lo da biobike, una de las tiendas pioneras en España en la venta de bicicletas eléctricas que predice un consumo de 0,08€/100km comparado con los aproximadamente 3,5€/100km que consume un ciclomotor de 50cc.
La Comisión Europea ha desarrollado un proyecto llamado E-tour (Electric two-wheelers on urban roads) para investigar la viabilidad comercial del uso de este tipo de transporte. El estudio ha mostrado que no hay objeciones sociales al uso de estos vehículos, los grandes inconvenientes desvelados son el precio final de la bicicleta en el que influye fundamentalmente el coste de la batería y lo poco llamativos que resultan actualmente los diseños de las e-bikes.
El futuro inminente de estos vehículos pasa por el desarrollo de unos diseños más atractivos y la fabricación a economía de escala de baterías para poder disminuir considerablemente su precio actual, de la misma manera que las administraciones públicas han de promover el uso con servicios de alquiler o mediante la introducción de incentivos económicos. El estudio concluye que los usuarios no aprecian como una primera necesidad la existencia de puntos de recarga ya que pueden recargar sus e-bikes en sus hogares, no obstante este aspecto debería tenerse en cuenta de cara un futuro con más vehículos eléctricos, ya que puede retrasar la implantación de los mismos.
Por tanto el uso de bicicletas eléctricas es definitivamente otra vía para conseguir una sociedad más sostenible energéticamente y unas ciudades más limpias y silenciosas sin perder agilidad en los desplazamientos urbanos y generando un ahorro económico sustancial.
Fuente: http://cordis.europa.eu
Sin duda la bicicleta eléctrica se esta extendiendo por nuestras ciudades, pero por desgracia estamos muy lejos de otros países europeos como Alemania o HOlanda.