La energía alternativa es la vía por la que la relación entre la generación de la demanda de energía y el consumo se puede equilibrar en el futuro, sobretodo a nivel mundial. La necesidad de energía global va en aumento constante debido al aumento poblacional y al incremento de consumo en los países emergentes. En cambio la generación de energía está condicionada por las fuentes de generación energética existentes en la actualidad, mayoritariamente de origen fósil (gas, petróleo, carbón, etc.). El desarrollo, promoción y uso de una energía alternativa es sin duda esencial para poder asegurar la sostenibilidad energética global en un futuro no muy lejano.
La sostenibilidad energética no puede depender únicamente de las energías convencionales, debe ser al contrario. El futuro energético debe estar basado en energías alternativas y tener un complemento de energías de otro de tipo que nos ayuden a completar el mix energético. Las ventajas de las energías alternativas son enormes, ya que se encuentran distribuidas por todo el planeta, no hay países monopolizadores de las mismas, aunque la generación no sea constante, es regular en periodos largos de tiempo, por ejemplo años, por lo que se pueden hacer estimaciones de generación en base a estas consideraciones. El coste de obtención es cada día menor, en el caso de la energía solar fotovoltaica ha bajado su coste en un factor 5 en los últimos 10 años, y sobre todo se trata de energías limpias que no generan gases de efecto invernadero.
La energía alternativa es la solución a los problemas energéticos a los que el mundo va a enfrentarse en breve. El uso de energías alternativas va en línea con la teoría de la tercera revolución industrial que está empezando a producirse y van a jugar un papel importante en la inevitable conversión de la red eléctrica en una smart grid, a pesar de lo que las compañías del oligopolio eléctrico establezcan, es un proceso natural que acabará ocurriendo, tal y como desapareció el carbón para alimentar a las locomotoras de tren, para dar paso a la electricidad generada mediante recursos fósiles, y ahora esta electricidad dará paso (por reducción de costes y mejoras medioambientales) a electricidad generada con energías sostenibles.
La comunidad internacional de energía renovable es cada vez más grande, con más recursos, y evoluciona muy dinámica y rápidamente, si en España no se sube ahora al tren (durante algunos años en la primera década del siglo XXI España era una referencia mundial en el campo de las energías sostenibles) vamos a perder unas excelentes oportunidades de mejorar la competitividad del país, crear empleos de calidad y reducir la contaminación ambiental.