En el presente artículo hablamos del aislamiento térmico de las viviendas y de cómo mejorar su eficiencia energética, algo que ayuda a reducir el consumo eléctrico y la factura de la luz.
Una de las maneras más efectivas de mejorar la eficiencia energética de cualquier vivienda es mediante la mejora del aislamiento térmico de paredes sin obras, consiguiendo de esta manera aumentar la eficiencia energética sin las molestias derivadas de grandes obras.
Antes de hablar de cómo podemos mejorar el aislamiento térmico de nuestra vivienda mediante el insuflado de lana de roca en las cámaras (paredes que dan a fachada), vamos a hacer un breve repaso introductorio de la normativa vigente.
Desde hace algunos años se estableció la directiva Europea 2010/31/UE que regula la evaluación de la eficiencia energética en edificios, con la cual se pretende que a partir del 31 de diciembre de 2020 el consumo energético de los edificios que se construyan sea nulo o casi nulo y la emisión de CO2 mucho menor.
En el ámbito nacional, todo esto se recoge en el Real Decreto 47/2007 que regula el procedimiento para la certificación de eficiencia energética de los edificios. El Real Decreto obliga a que cualquier propiedad que se venda debe disponer de su correspondiente certificado energético.
El objetivo final es optimizar la eficiencia de los edificios a través del aislamiento. Se trata de un aspecto muy importante de la construcción ya que de él depende el confort climático de la vivienda y el consumo final. Con una óptima aplicación de la normativa y selección de calidades de los materiales aislantes se pueden conseguir grandes ahorros en consumo de energía (calefacción, aire acondicionado, etc.).
Con el insuflado de lana de roca en las cámaras de nuestra vivienda se obtiene una gran mejora en la capacidad aislante de las cámaras gracias a su baja conductividad térmica. Ésta es una buena opción, si no la mejor, cuando nos encontramos con la necesidad de aislar una vivienda habitada. Todos sabemos lo complicado que se nos hace combinar las obras en casa con nuestra vida diaria.
Para poder seguir este método es imprescindible disponer de una máquina de insuflado para éste tipo de materiales.
El procedimiento utilizado habitualmente para el insuflado de lana de roca es a través de la realización de pequeños agujeros en la pared, que habitualmente se realizan por la cara interior de la vivienda para reducir muchísimo el coste de los trabajos. Si no es posible desde el interior, se puede hacer también desde el exterior, pero esto puede implicar la necesidad de un sistema de elevación alternativo, tipo andamios o similares, que muy probablemente incrementará el coste final.
El tamaño de los agujeros que se realizan puede variar en función del diámetro de la boquilla que se utilice. Este, a su vez vendrá determinado por el espesor que tenga el hueco de la cámara de aislmiento, lo que condicionará el tipo de lana de roca a utilizar. Cuanto mayor sea el hueco de la cámara, mayor debe ser la boquilla y la lana de roca vendrá menos «desmenuzada» para que se pueda rellenar de manera óptima.
Generalmente se realizan varios agujeros en cada pared, repartidos de manera que se llegue a rellenar toda la superficie. El número de agujeros no está establecido, varía en función del tamaño de la pared y de las herramientas utilizadas.
Una vez que se ha rellenado la cámara, se tapan los agujeros. El material que se utiliza será siempre el mismo o más similar, al soporte existente. La gran mayoría de paredes donde se realizan este tipo de trabajos suelen estar acabadas por la cara interior en yeso.
Pero, si por ejemplo hemos trabajado por la fachada, agujereando algún tipo de mortero, deberemos utilizar el mismo material para poder igualarlo al máximo.
El residuo que genera este tipo de trabajo es prácticamente inexistente en comparación con lo que supondría otro tipo de actuación. Se genera un poco de polvo en el momento de hacer los agujeros. Para la realización de dichos agujeros se suele utilizar una corona para obra o placa de yeso laminado tipo Pladur o Knauf, según el soporte, o con una maceta y escarpa. Una vez tapados los agujeros estará listo para pintar y volver a hacer vida normal ya que para este tipo de trabajos, no es necesario desalojar las estancias, será suficiente con liberar de obstáculos la pared a tratar.
Resumiendo, el insuflado de lana de roca es una solución rápida, relativamente limpia y económica para realizar trabajos de mejora de aislamiento en nuestro hogar con su consecuente reducción del consumo eléctrico.
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Saludos Nico
Es necesario que se creen este tipos de decretos e iniciar la transformación energética que es necesaria para la sociedad y sobre todo el medio ambiente.