Las smart grids o redes eléctricas inteligentes son una forma de gestión eficiente de la electricidad. El término empezó a utilizarse en el año 2003 aunque su primera aparición data del año 1998. La definición de una smart grid o red eléctrica inteligente es la aplicación de procesamiento digital y comunicaciones a la red eléctrica, haciendo que los datos fluyan por la red y que la gestión de la información sea el punto primordial de cualquier smart grid o red eléctrica inteligente.
El uso de redes eléctricas inteligentes implica la utilización de tecnología informática para la optimización de la producción y distribución de electricidad con el fin de equilibrar mejor la oferta y la demanda entre productores y consumidores. La consecución de este equilibrio puede generar unos ahorros considerables al sistema eléctrico evitando cuantiosas perdidas que se producen actualmente por el transporte de energía. La utilización de tecnologías de la comunicación para convertir la red eléctrica en una red inteligente es uno de los 5 pilares sobre los que se basa la tercera revolución industrial que promueve una sociedad más sostenible y más democrática energéticamente.
Esta manera de concebir el uso de las redes eléctricas todavía no se ha puesto en práctica a nivel general aunque en Estados Unidos ya existen varios programas de investigación y desarrollo relacionados con smart grids, como el IntelliGrid, Grid 2030, Gridwise o el GridWise Architectur Council, algunos de ellos con capital privado de empresas eléctricas norteamericanas con el objetivo de sentar las bases tecnológicas para la futura instalación de redes inteligentes a nivel nacional. Según un estudio del Departamento de Energía de los Estados Unidos en caso de que las redes eléctricas de su país fueran inteligentes, esto supondría un ahorro para el sistema eléctrico estadounidense de entre 46.000 y 117.000 millones de dólares durante los próximos 20 años.
La existencia de una red eléctrica con generación distribuida, debida principalmente al uso de energías renovables y alternativas hace que los flujos de energía en la red eléctrica sean diferentes a los de una red sin esta particularidad. En este caso los usuarios no sólo consumen sino que también producen electricidad a través de la misma red, por tanto, el flujo de energía es bidireccional, haciendo más necesario el uso de smart grids.
Los principales mercados mundiales de redes eléctricas inteligentes están en China, Reino Unido y Estados Unidos. España está en una buena posición para el desarrollo de smart grids debido a su alta implantación de energías renovables y de generación distribuida y sería altamente beneficioso para aumentar la eficiencia del sistema, pero resulta muy chocante el poco o nulo interés que las compañías del oligopolio eléctrico español tienen en el desarrollo de smart grids, aún existiendo en España una perspectiva de futuro muy buena en este campo y teniendo estas empresas unos elevadísimos beneficios de los que apenas se invierte nada en la creación de smart grids, salvo un par de proyectos piloto aislados en Barcelona y Málaga. La puesta en marcha de redes eléctricas inteligentes en España generaría ahorros al sistema eléctrico nacional, crearía puestos de trabajo cualificados en el sector energético y además reduciría las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Gracias por el post, no comprendía muy bien que es una smart grid hasta ahora