Según el último informe de la AIE (Agencia Internacional de la Energía ó IEA por sus siglas en inglés), el mundo está fallando en su estrategia de poner el sistema energético mundial sobre una senda de sostenibilidad, teniendo en cuenta las políticas que se están aplicando en el planeta.
Si continua el constante el crecimiento en las economías emergentes como China o India, se prevé que la actual tasa de demanda energética mundial crezca más de un 30% hasta el año 2035. Por el contrario, en los países de la OCDE no se prevé crecimiento en su demanda de energía durante el mismo periodo de tiempo. Otro fenómeno que se observa y que el informe de la IEA pone de manifiesto es que se producirá un cambio en las fuentes energéticas utilizadas en los próximos años, pasando desde el masivo uso de carbón y petróleo hacia la utilización de gas natural y más energías renovables. A pesar de este cambio de tendencia, la energía de origen fósil continuaría dominando el mix energético mundial en el año 2035. Según la AIED y si se confirmar esta evolución, la previsión de un incremento de solo 2 grados en la temperatura media del planeta no se va a cumplir, es decir, el incremento medio de temperatura será superior a 2 grados que es el límite establecido por la ONU para poder controlar los efectos del cambio climático. Esto provocará unas consecuencias imprevisibles en el clima y en las condiciones de vida del planeta.
La AIE habla sobre la importancia de la eficiencia energética como una opción para revertir esta situación. El informe señala que los esfuerzos realizados hasta el momento en el ámbito de la eficiencia son todavía insuficientes y están lejos del potencial de ahorro energético que podría obtenerse de aplicar más profundamente políticas de eficiencia energética, por lo que insta a todas las partes interesadas a profundizar en la aplicación de medidas de eficiencia energética en todos los ámbitos.
En el último año, algunos de los grandes países consumidores de energía han anunciado nuevas medidas en esta dirección, como por ejemplo en China, donde se quiere reducir la intensidad energética en un 16% para el año 2015, o en los Estados Unidos donde se han creado normativa para reducir el uso de combustibles en el transporte, o en Europa, donde la Unión Europea tiene como objetivo reducir el consumo un 20% para el año 2020, o también en Japón donde se quiere disminuir el consumo eléctrico en un 10% para el año 2030. Incluso teniendo en cuenta que todas estas medidas sean un éxito, el progreso en la implantación mundial de políticas de eficiencia energética es muy lento, y solo una cuarta parte del potencial de ahorro estaría desarrollado con estas medidas. La mayor parte del potencial de ahorro (cuatro quintas partes) reside en el sector industrial y en el de la construcción, tanto para edificios antiguos como para los nuevos edificios. El desarrollo, promoción y aplicación de normativas de eficiencia en el sector industrial y las ayudas para la rehabilitación de edificios son dos de los aspectos importantes que además pueden proporcionar numerosos empleos verdes en nuestro país. Esperemos que los gobiernos se den cuenta de estas nuevas oportunidades y tomen medidas para mejorar la sostenibilidad del planeta creando además puestos de empleo verdes.
Debe favorecerse un sistema mundial de sonestibilidad para todo el mundo y es
muy importante para evitar muchos problemas en el futuro.