La energía maremotérmica es por definición un tipo de energía sostenible que transforma la diferencia de temperaturas entre el fondo y la superficie de un océano en electricidad. Si la diferencia entre la temperatura del fondo del océano y de la superficie es mayor o igual a 20˚C, la cantidad energía térmica oceánica obtenida es sustancial, con un impacto insignificante sobre el medio natural. La obtención de esta energía térmica del mar se realiza mediante la ubicación de una maquina térmica compuesta de uno o varios intercambiadores de calor y una turbina que aprovecha el gradiente de temperaturas para producir trabajo y posteriormente convertirlo en electricidad.
La energía maremotérmica no ha sido tradicionalmente explotada y es una de las más desconocidas entre las energías renovables, aunque su potencial ha sido estimado en 10.000 GW de potencia base según los cálculos de algunos expertos, lo que supone más que la potencia estimada que pueden producir otras energías sostenibles como la energía mareomotriz.
La energía maremotérmica, también llamada OTEC por sus siglas en ingles (Ocean Thermal Energy Conversion) fue utilizada por primera vez por el físico francés Arsène d’Arsonval en 1.881 a nivel experimental. La primera planta de producción de energía maremotérmica del mundo fue concebida en Cuba en 1.930 por un discípulo de Arsonval con una potencia de 22Kw.
Los emplazamientos más adecuados para obtener energía térmica del mar son las aguas tropicales con temperatura superficial mayor de 25˚C y que posean cerca de las costas una profundidad de más de 1km, donde la temperatura puede llegar a unos 5˚C.
El mayor reto de la energía maremotérmica es conseguir que se puedan generar cantidades de energía significativas cuando las diferencias de temperatura en el océano son pequeñas, esto es difícil debido a la baja eficiencia propia de este tipo de ciclos térmicos.
Por el contrario las ventajas de la utilización de energía térmica oceánica son numerosas, entre ellas la obtención de diversos subproductos, como la producción de agua fresca, que puede ser utilizada para maricultura o para sistemas de refrigeración, la desalinización del agua marina (utilizando la energía producida en el fondo del mar), y para ayudar a la economía a transformarse en más sostenible mediante el aumento del uso de energías alternativas, limpias y renovables que no emitan gases de efecto invernadero y que aumenten la independencia energética especialmente en casos de islas o pequeños países costeros.
Aquí les dejo el enlace a un artículo interesante sobre la próxima edición del evento Marine Energy Week, feria donde se reúnen empresas y profesionales de la energía marina y eólica.
Espero les guste, saludos.
http://www.negociotecnologico.com/2012/11/bilbao-marine-energy-week-2013-promoviendo-las-energias-renovables/